sábado, 22 de agosto de 2015

¿Por qué el Peso Colombiano es la Moneda más devaluada del Mundo? 5 Razones fundamentales.

El peso colombiano, la moneda que alguna vez fue considerada por los economistas internacionales la moneda más sólida de América Latina, es hoy oficialmente la moneda más devaluada del mundo, únicamente superada por el rublo ruso (Fuente: MoneyMoves,Bloomberg). Y es que mientras que hace un año, el dolar se cotizaba a una cómoda tasa de $1886, hoy en día se está cotizando por encima de los $2950 (una devaluación del 56%) y la apuesta general es que antes de terminar la semana alcance el techo de los $3000.
Imagen del diario
Imagen del diario “La República”.
Aunque para el ciudadano de a pie, que hace todas sus transacciones cotidianas en pesos, esta escalada estrepitosa en el valor de la moneda estadounidense podría parecer irrelevante (mucho más si es de esos crédulos que cree en las políticas de este gobierno) la creciente alza en los precios de la creciente lista de productos importados, en la que se encuentran hasta el frijol y el huevo, demuestra que contrario a lo que dice el ministro Mauricio Cárdenas (recordado por el escándalo deDragacol), el dolar sí está afectando el costo de vida, y por tanto impactando la inflación.
Pero ¿por qué el peso colombiano se ha depreciado tanto frente al dólar estadounidense, y otro tanto frente al debilitado euro y hasta contra el peso méxicano? ¿han sido las políticas del gobierno de Juan Manuel Santos la causantes de este desastre? Para responder estas preguntas, listo a continuación cinco razones por las que el peso colombiano, es hoy una de las monedas más devaluadas del mundo.

1. La caída en los precios del petroleo.

No cabe duda que la actual caída en los precios del petroleo es la principal razón en la creciente devaluación del peso colombiano. Después de todo, más para vergüenza de Colombia, que para su orgullo, los hidrocarburos son aún, en pleno siglo XXI, el principal producto de exportación y en consecuencia, la fuente principal de divisas.
Al caer el precio del petroleo, disminuye el ingreso de dólares en el país, situación que se refleja en el hecho que haya que pagar más devaluados pesos por cada billetico de un dolar.
Claro, el gobierno de Juan Manuel Santos no tiene la culpa que los países de la OPEP hayan decidido bajarle el precio al petroleo, para que Estados Unidos no pueda seguir invirtiendo en la polémica fracturación hidráulica (fracking), pero resulta que esa no es la única causa de la devaluación del peso colombiano.

2. Presión presupuestaria.

¿Qué es presión presupuestaria? Dicho en términos simples, es lo que sucede cuando un gobierno empieza a hacer presupuestos con plata que no sabe de donde va a sacar. Y eso es exactamente lo que sucede en Colombia en estos momentos.
Mientras que en su primer gobierno, y como consecuencia de los altos precios del petróleo y de las buenas calificaciones del servicio de deuda externa del gobierno anterior, Juan Manuel Santos vivió literalmente la danza de los millones; en este segundo gobierno, las cosas no le están saliendo tan bien, precisamente porque a Colombia ya nadie le quiere prestar.
Al inicio del primer mandato de Santos, la deuda externa colombiana ascendía a aproximadamente 50.000’000.000 de dólares (Fuente: Banco Mundial), al día de hoy, esta deuda asciende a más de 100.000’000.000 de dólares (Fuente: Portafolio), lo que significa que en cinco años, la deuda externa se duplicó, por lo que al día de hoy cada colombiano, hombre, mujer, niño y anciano, debe aproximadamente 6’000.000 de pesos por concepto de deuda externa.
Esta presión presupuestaria genera inquietud en lo inversionistas, que prefieren hacer negocios en otras latitudes mucho más solventes que la nuestra, por lo que disminuye el flujo de dólares y aumenta la devaluación. Pero aún faltan tres razones más.

3. Reducción en la tasa de crecimiento del PIB.

Aunque incrementar el valor de una deuda (no digamos, duplicar) nunca es exactamente positivo, no sería tan grave, si la entidad deudora tuviera una alta tasa de crecimiento, pero en Colombia estamos en la situación exactamente opuesta.
Y es que de acuerdo con datos del Banco de la República, la tasa de crecimiento trimestral del PIB ha pasado de 6 y 6.5% al final de 2013 e inicios de 2014, a 2,8% a inicios de este año 2015. Una caída en la tasa de crecimiento en el país es consecuencia de una reducción en las exportaciones y en la inversión extranjera, lo cual se traduce en menor flujo de dólares y por tanto, en mayor devaluación.
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4. Aumento en el déficit de cuenta corriente.

Primero que todo aclaremos que es “cuenta corriente” en términos de macro-economía, antes de que lo vayan a confundir con la cuenta corriente de un banco. Cuenta corriente es un indicador del balance comercial de un país entre sus activos y sus obligaciones (léase deudas) en el exterior. Cuando un país tiene un superávit en su cuenta corriente, signifca que tiene mucho más activos que deudas en el exterior, y un déficit, como el que tiene Colombia, significa que tiene muchas más deudas que activos.
Según datos de Portafolio, el déficit de cuenta corriente se disparó en un 7% durante el primer trimestre de 2015, por lo que probablemente llegue un 30% a finales de año. Hasta el mes de marzo, el déficit ascendía a poco más de 5.000’000.000 de dólares. Este desequilibrio se traduce en una mayor salida de dólares del país (para pagar deudas) que se traduce en más devaluación. Pero aún queda una última razón.

5. Inseguridad y terrorismo.

Finalmente, la confianza inversionista, la base de el orden fiscal en Colombia entre 2002 y 2010 se ha venido a pique por cuenta del incremento en la inseguridad en las ciudades, y los ataques terroristas no sólo a objetivos militares, sino a activos industriales privados. Esto ha hecho que miles de millones de dólares se hayan ido del país a otras latitudes menos inseguras, o donde al menos el ejecutivo tenga la intención de corregir la situación.
En este objetivo las FARC han tenido un éxito rotundo, ahora ya no se enfrentan con un estado fuerte y ordenado, sino con un gobierno endeble, endeudado y con problemas de financiación. ¿Realmente querrán hacer la paz con un gobierno al que ya están en capacidad de hacerle frente?

Lo más grave del asunto, es que estas razones están muy lejos de una solución de corto plazo. La deuda sigue incrementándose a pasos agigantados, el petroleo sigue en mínimos históricos, el país se sigue desindustrializando y las FARC siguen haciendo de las suyas. A este paso, el dolar no sólo pasará el techo de los $3000, sino que hundirá al país de pasos en una crisis de inflación que hará prohibitivos los precios de hasta los productos más elementales… ¡y pensábamos que eramos mejores que Venezuela!
P.D. 1) Técnicamente, Venezuela tiene una devaluación mayor que Colombia, pero dicha devaluación no es oficial, o bueno, al menos no reconocida por el gobierno. 2) Estas cinco causas no actúan de manera independiente, sino que hacen parte de un complejo macro-económico que he tratado de simplificar en esta nota. Espero haya sido de utilidad.

domingo, 16 de agosto de 2015

Una dura radiografía del campo colombiano
Los datos del Censo Nacional Agropecuario confirman la enorme pobreza del campo colombiano y la inmensa brecha que lo separa de los centros urbanos.Campo colombiano, en la pobreza
 Según el censo, la mitad de las unidades de producción agropecuaria de menos de 5 hectáreas destinó cerca del 60 por ciento de su producción para autoconsumo.
Después de 45 años, por fin Colombia tiene un nuevo censo agropecuario que, hacia futuro, permitirá diseñar políticas públicas basadas en diagnósticos más reales. A diferencia de los censos del pasado (años sesenta y setenta), esta vez se cubrió el 100 por ciento de los municipios colombianos, distribuidos en 32 departamentos. Los 25.000 censistas recorrieron 113 millones de hectáreas de lo que se conoce como el área rural dispersa, es decir, lo que va más allá de las cabeceras y los centros poblados, o en otras palabras el campo puro.

Los datos revelados la semana pasada por el director del Departamento Administra-tivo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti, impactaron al país, pues la radiografía del sector luce más dura de lo que muchos imaginaban. El presidente Juan Manuel Santos se sorprendió al conocerlos. Tras escuchar el informe dijo que “falta todo por hacer en el campo” y agregó que se debe acelerar una reforma rural integral.

Para el exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, gran impulsor del censo, los primeros resultados muestran el atraso del sector y validan lo dicho en el punto número uno de las negociaciones de paz de La Habana, sobre la necesidad de una política de bienes públicos que ayude a llenar el bache entre lo rural y lo urbano.

Varios de los datos arrojados por el censo retratan la desigualdad. Por ejemplo, se encontró que, en 2014, el 20 por ciento de la población entre los 5 y 16 años no asistía a ninguna institución educativa. También se observó que el 72,6 por ciento de los jóvenes entre 17 y 24 años no tenía acceso a la educación y que el 11,5 por ciento de la población campesina mayor de 15 años no sabe leer ni escribir. Aunque en la última década ha habido mejoras en el tema es evidente que se avanza muy lentamente y que todavía queda mucho por hacer. La educación básica primaria es el mayor nivel educativo para cerca de la mitad de los jefes de hogar. En la cobertura de salud aparecen los avances más notorios. El 96 por ciento de los jefes de hogar del sector rural se encontraba afiliado a algún sistema. La calidad de la vivienda también mejoró en los últimos diez años.

Según el censo, el índice de pobreza multidimensional en el campo es del 44,7 por ciento, el doble del registro total nacional, que para 2014 estaba en 21,9 por ciento y casi tres veces el urbano que se ubicaba en 15,4 por ciento.

El censo también mostró que el área rural se caracteriza por un bajo nivel de capitalización. El 83 por ciento de los productores declaró no contar con maquinaria y un porcentaje igual dijo no disponer de infraestructura agropecuaria. Igualmente, se evidenció la baja solicitud de créditos y la poca asistencia técnica para las actividades agropecuarias. El 90 por ciento de los productores afirmó no recibir ninguna. Este fue uno de los aspectos que más lamentó el presidente Santos, pues afirmó que “si no hay asistencia técnica nunca vamos a lograr el objetivo de ser productivos, competitivos y eficientes”.

Para el director de Corpoica, Juan Lucas Restrepo, la posibilidad de sustituir importaciones no depende solo de la tecnología y lo que se avance en esta materia, sino, especialmente, de resolver las fallas en capitalización y mecanización de las unidades de producción.

Aunque el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, dice que se han hecho grandes inversiones en los últimos cuatro años en créditos y convenios de asistencia técnica, todo indica que se necesitan mayores esfuerzos en esta materia.

El censo confirma, además, que el país destina grandes extensiones a la ganadería y mucho menos a la agricultura. Del total del área, el 80,4 por ciento se dedica a pastos, mientras que el 19,1 por ciento a siembras.

La buena noticia es que poco más de 7 millones de hectáreas están sembradas con cultivos, lo cual supera el dato que se venía manejando, que estaba entre 5 y 6 millones de hectáreas. El área destinada a cultivos permanentes ha venido aumentado: pasó de 43,7 por ciento en el censo de 1960, a 52,6 por ciento en el de 1970 y hoy es el 74,8 por ciento. Entre tanto, el 16 por ciento corresponde a cultivos transitorios.

Este balance tiene algo de bueno y algo de malo. Según el presidente de la SAC, Rafael Mejía, los cultivos permanentes, entre los que están principalmente la caña, la palma, el caucho, el banano, las flores y el café, se han desarrollado en Colombia, en buena parte, gracias a los centros de ciencia y tecnología que han financiado los mismos productores, como es el caso de Cenicafé, Cenicaña o Cenipalma.

Por el contrario, los transitorios, como el maíz, la soya, la papa, el arroz, las hortalizas y las verduras, no han crecido tanto. Este tipo de cultivo es fundamental en la estructura productiva agrícola porque permite a los agricultores cambiar rápidamente, dependiendo de las rentabilidades, de las condiciones climáticas o de las circunstancias del mercado. De acuerdo con Mejía, lo ideal sería que el área con cultivos transitorios aumentara pues no solo son productos importantes para el consumo interno (garantizar la seguridad alimentaria) sino para las exportaciones. “Si estos cultivos transitorios crecieran más, no estaríamos importando el 28 por ciento de la comida”, dice.

Otro dato que llama la atención es que en la última década envejeció la población rural. Esto muestra que la fuerza de trabajo joven está abandonando el campo, porque no ve allí posibilidades de futuro. Si las condiciones de vida y las expectativas fueran más positivas en el sector rural, muchos jóvenes querrían seguir los pasos de los padres.

También se observa que en la última década aumentó la participación de las mujeres como jefe de hogar en el campo. Subió a casi el 28 por ciento, frente al 18 por ciento que había en 2005. En general, el 23,7 por ciento del total de trabajadores de las unidades de producción agrícola permanente son mujeres.

Un aspecto preocupante es que el sector agropecuario sigue caracterizado por un alto número de pequeñas unidades de producción con poca área. En contraste, hay una cantidad reducida de grandes unidades con mucha área. Es decir, quedó en evidencia la alta concentración de la tierra. El 70 por ciento de las unidades de producción agropecuaria (UPA) tiene menos de 5 por ciento del área censada. En los últimos 55 años se incrementó la proporción de las UPA de menos de 5 hectáreas. “Tenemos que corregir la concentración”, dijo Santos al escuchar estas cifras.

Para algunos analistas, otra lectura de estos últimos datos es el efecto de la fragmentación de las parcelas productivas. No debe entenderse solo como la concentración entre los grandes propietarios. Lo que se viene dando en el campo es que las parcelas productivas se están dividiendo, a medida que crecen los hogares y los hijos se reparten las tierras. Esto tiene una incidencia muy importante en el desarrollo del agro y muchas veces impide que se hagan grandes desarrollos que necesitan de mayores inversiones. La agricultura no debería ser solo para la subsistencia de las familias campesinas.

Para el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, los resultados arrojados en el censo no significan que el sector esté en crisis. “Cuando tenemos 44,5 millones de hectáreas con potencial para actividades agropecuarias no se puede hablar de crisis”.

Estos resultados revelados por el Dane son un primer avance del censo, pues al final del año estarán disponibles los microdatos que permitirán llegar a más detalles y conclusiones sobre el campo. Por ahora, lo más importante es que el gobierno tiene un diagnóstico más real de la situación del sector rural para lanzar las políticas públicas que se requieren. Esto será fundamental en el posconflicto pues, como dijo Santos, Colombia tiene que volcarse hacia el campo si quiere ser un país con más equidad y en paz.


domingo, 9 de agosto de 2015

En la semana, el dólar subió 92 pesos. TRM vigente:$2.955,31


Los precios del petróleo caen y los inversionistas se mueven al mercado de divisas y la estadounidense se valoriza. La Bolsa de Colombia tuvo una semana de descensos.
Al cierre de la jornada, el mercado de divisas registró una tasa promedio para el dólar, de $2.955,55, lo que le significó una apreciación de $9,58 frente a la TRM que era de 2.945,97 pesos.
Así mismo, la moneda marcó un precio máximo de $2.973,00, aunque el récord histórico de la TRM es 2.968 pesos, registrado el 11 de febrero de 2003.
La moneda tuvo un mínimo de $2.933,70 y un cierre de $2.938,00.
En la sesión se negociaron 863,03 millones de dólares en 1.539 operaciones. La volatilidad en el precio de la moneda fue de $39,30.
MERCADO ACCIONARIO
La especie con el volumen más alto de negociación fue PFBCOLOM, con $32.755,74 millones (sin variación a $28.000).
También se destacaron en este aspecto, ECOPETROL ($18.312,06 millones, con cambio positivo en su precio de 2,29 % a $1.565) junto con BCOLOMBIA ($10.610,30 millones, con cambio positivo en su precio de 0,30 % a $26.680).
Por su parte, Pacific Rubiales (PREC) logró el ascenso más importante durante la sesión.
El precio de este título creció 7,83 %, con cierre de $8.950.
Así mismo, se destacaron por su apreciación FABRICATO, cuyo precio creció 2,40 % a $17,10 y ECOPETROL, que ascendió 2,29 % a $1.565.
Entre los títulos con mayor descenso en la jornada el más importante fue HCOLSEL, con una variación negativa de 4,97 % a $11.860.
De igual forma, se presentó depreciación en PFCORFICOL, con una variación negativa de 3,03 % a $32.000 y CLH, con una variación negativa de 2,31 % a $11.840.

El índice de capitalización de la Bolsa de Colombia, Colcap, cerró el jueves en 1.290,79 unidades, con un aumento de 0,16 % frente a la jornada anterior. En lo corrido del año el indicador bursátil registra una variación negativa de 14,69 %.

domingo, 2 de agosto de 2015




Los usuarios de teléfonos inteligentes en América Latina crecerán un 22,2 % frente al 2014 hasta llegar a los 155,9 millones, informó la empresa de investigación de mercado eMarketer.

Asimismo, en 2019 la cifra subirá hasta los 245,6 millones de personas con un ‘smartphone’, indicó la firma en un comunicado.
De los 155,9 millones de usuarios repartidos en 2015 entre los más de 40 países de la región, el 84 % se ubican en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
"Este porcentaje se mantendrá prácticamente invariable durante todo el periodo de análisis, cayendo sólo a 83,1 % en 2019", apuntó.
La gran presencia de usuarios en estos seis países es "esperada" porque, en su conjunto, estas naciones contribuyen a cerca de tres cuartas partes de la población de la región y al 85 % de su Producto Interno Bruto (PIB) nominal, dijo la investigadora de mercados citando datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Brasil y México, con una población sustancialmente más grande que cualquier otro país de la región, lideran la categoría de usuario del ‘smartphone’ en términos absolutos, con 49,1 millones y 38,5 millones, respectivamente, en 2015", indicó la empresa.
Asimismo, según su estudio, Colombia se consolidará en 2015 como el tercer mayor mercado regional con 16,7 millones de usuarios.
En el resto de países de América Latina, este 2015 habrá 25 millones de usuarios más de teléfonos inteligentes.
"Venezuela es probable que contribuya al grueso de esta cifra gracias a una población casi idéntica a la de Perú en tamaño", explicó el boletín.
La firma eMarketer destacó que el número de conexiones de teléfonos inteligentes es todavía mayor en la región, pues un usuario puede tener distintos aparatos o tarjetas SIM.
Según un estudio de la empresa de tecnología Ericsson citado por la analista de mercados, 2015 cerrará con 354 millones de conexiones en América Latina, situándose tercera entre las cinco regiones en las que divide el mundo esta empresa.
Ello representará el 10,9 % de los cerca de 3.250 millones de conexiones a nivel mundial, por detrás de la zona Asia Pacífico (54,3 % de cuota de mercado) y de la zona de Europa Central, Medio Oriente y África (15,8 %).
Para Latinoamérica, Ericsson pronosticó que el número de conexiones en 2020 de teléfonos inteligentes será de 603 millones, el equivalente al 9,9 % del mercado mundial, refirió el boletín.

Las previsiones y estimaciones de eMarketer se basan en un análisis de datos cuantitativos y cualitativos de las firmas de investigación, agencias gubernamentales, empresas de medios de comunicación y las compañías públicas.